Nunca me he atrevido a comprar un jamón entero para el consumo en casa, siempre lo he comprado en la charcuteria/supermercado cortado en lonchas, pero estas fiestas navideñas me regalaron un jamón. (Por cierto, muchas gracias a quien me lo regaló; si alguien más se anima que no lo dude ;-)).
Como hemos pasado las fiestas en Caudiel, pues allí que me fuí cargado con el jamón.
Como hemos pasado las fiestas en Caudiel, pues allí que me fuí cargado con el jamón.
Mi primer problema fue que no tenía jamonero. Resulta muy difícil, por no decir imposible, cortar jamón sin que esté bien sujeto. Así que aproveché para hacer un poco de bricolaje. Con unas maderas, unos tornillos y un poco de maña construí un soporte para el jamón. No es un jamonero profesional, pero ha hecho su papel. (En cuanto tenga un rato os pongo una foto, la que hay ahora la encontré en internet).
Otro utensilio especialmente necesario es un cuchillo bien afilado. En este caso opté por comprar uno en una ferretería de Segorbe.
Otro utensilio especialmente necesario es un cuchillo bien afilado. En este caso opté por comprar uno en una ferretería de Segorbe.
Ya solo tuve que poner el jamonero improvisado en la cocina y colocar el jamón sobre él para comenzar ha sacarle las lonchas. Además de disfrutar con esta "faena", ha sido el punto de reunión de la familia. Cada vez que me ponía a cortar jamón, por allí que aparecían alguno de mis hijos o mi mujer para decirme ("cortame un trozo largo", "quiero una cortada gorda", "cortame unos taquitos").
Hemos disfrutado del jamón y os aseguro que repetiré.
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