Tras regresar de un divertido fin de semana de Halloween, descubro que han intentado robar mi moto. Al aparcar mi coche en el la plaza de garaje, por casulidad me doy cuenta que en la moto hay una manguera de cables sobresaliendo bajo el deposito y que han hecho una maraña empalmando todos los cables.
Tras un cabreo monumental y haber maldecido a los desconocidos autores, me decido a tratar de reparar el mal. Me pasé un buen rato re-empalmando los cables y aislándolos uno a uno con cinta. Tras esta reparación de urgencia, intento arrancar la moto, pero no daba ni señal de batería.
Ya pensaba que no podría hacer nada y me tocaba ir al taller, con el consiguiente gasto de tiempo y de dinero, cuando pienso, "al empalmar todos los cables entre si, se provocarían cortocircuitos y para eso están los fusibles". Reviso los fusibles y, efectivamente, varios de ellos estaban fundidos. Rebuscando fusibles en mi cohe y entre los vecinos, al final conseguí los que necesitaba. Tras cambiarlos todos y sin muchas esperanzas, le di a la llave, y sorpresa, se encendieron las luces de la moto. Así que pulse al botón de arranque y ¡¡Voila!!, la moto arrancó a la primera.
Tras comprobar todas las luces, únicamente detecto que me falla la luz de posición trasera (la luz trasera en posición de carretera si funciona). Tendré que revisar los empalmes de nuevo, ojala sea la bombilla. Como ya era tarde decidí dejarlo para otro día. A ver si al no estar tan rabioso y mas relajado encuentro el problema.
En fin, esta vez no se la han llevado, por suerte estaba el cepo puesto y no eran demasiado inteligentes (por decir algo y no poner los calificativos que salieron de mi boca al ver el estropicio), pero el disgusto no me lo quita nadie.
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